La incontinencia urinaria (o incontinencia vesical) es la incapacidad de impedir que la orina se escape de la uretra. Puede ocurrirle a cualquiera, aunque es el doble de frecuente en mujeres que en hombres. Se estima que afecta a 1 de cada 4 mujeres y puede presentarse en cualquier edad. Pero es más común en personas de edad avanzada.
La micción no controlada presenta problemas de higiene, sociales y psíquicos, que influye negativamente en la persona que la padece. Provoca situaciones vergonzosas, baja autoestima y reduce la calidad de vida del afectado.
Qué es la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es la pérdida del control sobre la vejiga, pero no es una enfermedad en sí misma. Es, más bien, la consecuencia de alteraciones en la vejiga que se presentan en numerosas enfermedades.
Sin embargo, no hay que confundir la incontinencia urinaria los escapes de orina en niños pequeños. Los bebés y los niños tienen escapes de orina hasta la edad en que aprenden a ir al baño. En este caso, no se consideran incontinentes, sino que simplemente no han aprendido a controlar la micción. Los niños pequeños aún pueden tener accidentes algunas veces. Es normal que los niños se orinen en la cama al dormir hasta los 5 o 6 años.
Causas de la incontinencia urinaria
La micción incontrolable se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra. Lo que provoca que la orina salga disparada.
Las causas más comunes de incontinencia urinaria incluyen:
- Obstrucción en el aparato urinario.
- Problemas neurológicos o cerebrales.
- Demencia u otros problemas de salud mental que dificultan la percepción de los estímulos de las ganas de orinar.
- Problemas con el aparato urinario.
- Problemas musculares y nerviosos.
- Debilidad de los músculos pélvicos o uretrales.
Además, la incontinencia puede aparecer súbitamente y desaparecer al poco tiempo. O bien, puede continuar a largo plazo.
Las causas de la incontinencia súbita o temporal incluyen:
- Reposo en cama, como cuando se está recuperando de una cirugía.
- Ciertos medicamentos (como diuréticos, antidepresivos, tranquilizantes, algunos remedios para la tos y los resfriados, y antihistamínicos).
- Confusión mental.
- Embarazo. Los cambios hormonales, la presión del útero sobre la vejiga y el esfuerzo del propio parto pueden reducir la eficacia de los músculos pélvicos.
- Infección o inflamación de próstata.
- Retención fecal debido al estreñimiento grave, que ejerce presión sobre la vejiga.
- Inflamación o infección de las vías urinarias.
- Aumento de peso.
Por otro lado, las causas que pueden extender a largo plazo la incontinencia incluyen:
- Alzhéimer.
- Cáncer de vejiga.
- Espasmos vesicales.
- Depresión.
- Próstata grande en los hombres.
- Afecciones neurológicas, como esclerosis múltiple o accidente cerebrovascular.
- Daño nervioso o muscular después de un tratamiento de radiación pélvica.
- Prolapso pélvico en las mujeres. Caída o deslizamiento de la vejiga, uretra o recto hacia el espacio vaginal. Esto puede ser provocado por el embarazo y parto.
- Problemas con las vías urinarias.
- Lesiones de la columna.
- Menopausia. Puede provocar un cambio de posición de la vejiga, lo que reduce la eficacia de los músculos que la mantienen cerrada.
- Debilidad del esfínter, los músculos circulares de la vejiga que se encargan de abrirla y cerrarla. Esto puede ser causado por cirugía de próstata en los hombres o de la vagina en las mujeres.
Síntomas de la incontinencia urinaria
El principal síntoma de la micción incontrolable es la pérdida involuntaria de orina. Los escapes pueden ir desde un pequeño goteo hasta la salida abundante e incontrolable de orina.
La pérdida de orina puede suscitarse al toser, estornudar, realizar actividades físicas o incluso al mantener relaciones sexuales.
Tipos de incontinencia urinaria
Los tipos de incontinencia urinaria son:
1.De esfuerzo. También conocida como incontinencia por estrés. Se produce cuando los músculos que regulan la vejiga están demasiado débiles. Si los músculos que mantienen la vejiga cerrada se debilitan, puede tener escapes de orina al toser, estornudar, reír o al hacer esfuerzo, como al levantar objetos pesados.
2.Imperiosa. También llamada vejiga hiperactiva. Ésta ocurre cuando los músculos de la vejiga están demasiado activos. Se caracteriza por provocar una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Normalmente, luego de sentir la necesidad de orinar, no alcanza el tiempo para llegar al baño. La vejiga se contrae y la orina se escapa.
3.Sensitiva. Es provocada por un aumento de los impulsos sensitivos de los receptores de presión localizados en las paredes de la vejiga. Provoca una sensación temprana de tener la vejiga llena y una necesidad urgente de orinar.
4.Por rebosamiento. En este caso, la pérdida de orina se produce cuando la vejiga está distendida por una obstrucción. Esto impide el paso de la orina y no puede vaciarse completamente. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más, se produce el rebosamiento y, por lo tanto, el escape de la orina.
5.Mixta. Es una combinación de alguno de los factores anteriormente mencionados.
Prevención de la incontinencia urinaria
Existen algunas medidas que pueden ayudar a retrasar la aparición de la incontinencia, así como prevenirla. Algunos de los consejos que pueden tener en cuenta son:
- Seguir una dieta equilibrada, evitar el sobrepeso y la obesidad. De esta forma, se reducirá la presión intraabdominal.
- Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y bebidas carbonatadas, el alcohol y los cítricos, entre otros.
- Evitar las comidas picantes.
- Aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.
- Reducir el consumo de productos y medicamentos diuréticos, así tendrá menos ganas de orinar.
- Evitar beber agua entre cuatro y dos horas antes de irse a dormir.
- No empujar al orinar. Para evitar que se dañen los músculos del suelo pélvico.
- No ingerir bebidas antes de realizar ejercicio físico.
- Realizar ejercicios de Kegel. Para fortalecer los músculos alrededor de la uretra y del suelo pélvico.
Diagnóstico de la incontinencia urinaria
Para diagnosticar la incontinencia urinaria se tiene que confirmar que se trata de una pérdida de orina totalmente involuntaria. Las pruebas son muy importantes, ya que permiten establecer las causas exactas de la incontinencia. Y permitirán saber qué tratamiento será el adecuado para tu caso en particular. Ya que cada tipo de incontinencia es susceptible a un tratamiento diferente.
Para identificar los factores externos, se recurre a la exploración física. Ésta mide la sensibilidad anal y perianal, para lo cual debe llevarse a cabo un tacto rectal. La exploración física consiste en hacer toser enérgicamente al paciente cuando éste tiene la vejiga llena. La prueba se realiza en varias posiciones: de pie, recostado boca arriba y recostado de lado.
Además, se recomienda un análisis de orina, análisis de sangre y un estudio urológico o ginecológico. En la mayoría de los casos, debe realizarse una ecografía, que proporciona mucha información sobre el estado de las vías urinarias y posibles malformaciones en ellas. También, puede que sea necesario realizar otros estudios, como visión endoscópica, uretrocistografía, entre otros.
Así mismo, se deben de tener en cuenta los antecedentes personales y las enfermedades que pudieran provocar o agravar la incontinencia. Tales como las enfermedades neurológicas, patologías sistémicas con repercusión sobre el sistema nervioso central y las intervenciones previas que hayan afectado al tracto urinario (uretrotomías, resección transuretral de próstata, etc.), al abdomen y pelvis (resección abdominoperineal de colon o histerectomías) y a la columna vertebral (descompresiones o laminectomías).
Tratamiento de la incontinencia urinaria
El tratamiento de la incontinencia urinaria dependerá de la causa y del tipo de incontinencia que se padezca. Algunos de los tratamientos son:
1.Cambia tu estilo de vida. Para ayudar a aliviar la incontinencia, se debe incrementar la fibra en la dieta. Dejar de fumar para reducir la tos y la irritación de la vejiga. Evitar el alcohol y las bebidas con cafeína, como el café, que pueden estimular la vejiga. Baja de peso de ser necesario. Para los escapes de orina, use ropa interior y parches absorbentes. Puede que sea necesario complementar estos cambios con otros tratamientos.
2.Entrena tu vejiga. Los ejercicios de Kegel pueden ayudar a fortalecer los músculos de su suelo pélvico.
3.Medicamentos. Según el tipo de incontinencia que presente, su proveedor puede recetarle uno o más medicamentos. Estos fármacos ayudan a prevenir los espasmos musculares, relajan la vejiga y mejoran las funciones vesicales. Su proveedor puede ayudarle a aprender cómo tomar estos medicamentos y manejar sus efectos secundarios.
4.Cirugía. Si otros tratamientos no dan resultados, o si la incontinencia que padece es grave, podría necesitar una cirugía. El tipo de cirugía que se le realizará dependerá del tipo de incontinencia, la causa y la gravedad de los síntomas.
5.Estimulación de los nervios vesicales. Algunas veces, la incontinencia imperiosa y la frecuencia para orinar se pueden tratar por medio de estimulación nerviosa eléctrica. Las descargas de electricidad se usan para reprogramar los reflejos de la vejiga.
6.Inyecciones de toxina botulínica (Botox). La incontinencia imperiosa se puede tratar algunas veces con una inyección de onabotulinumtoxina A (también conocida como Botox). La inyección relaja el músculo de la vejiga y mantiene la capacidad de la vejiga.
Sólo un especialista podrá indicar cuál es el tratamiento más conveniente. Si tienes incontinencia urinaria, acude con nosotros. Agenda una cita al: (993) 2 68 55 72, con gusto te atenderemos.
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